Corazón de Papel
Capitulo 33: Atisbos de luz
Capitulo 33: Atisbos de luz
¡Hola a todos! Para el día de hoy les traigo un nuevo capítulo. ¡Por fin Cynthia y Robert han llegado! Hay algunos asuntos de que hablar. Sin embargo, al parecer es una conversación sin sentido para Blair. ¿Qué sentido tiene hablar de algo que al parecer ya ha sido enterrado?
Sin embargo, puede que Cynthia tenga algun az bajo la manga. ¿Podrá ella descubrir algo sobre Alex, y darle la vuelta a esta historia?
Capitulo 33
Atisbos de luz
¿Aún existe alguna oportunidad?
Atisbos de luz
¿Aún existe alguna oportunidad?
Fragmento:
—Vuelve con
mamá.
Niego con la
cabeza.
—Es lo mejor
para ti—insiste.
—Tú no sabes lo
que es mejor para mí. Ni siquiera te preocupa que haya pasado días y noches
enteras durmiendo en la misma habitación que un hombre violento, pero si te
preocupa que Cynthia lo vea por unas cuantas horas. Eres igual a todos esos
malditos que siempre me ignoran y me dejan de lado. Por eso casi no tengo
amigos. Por la forma de pensar que tienen personas como tú.
El silencio
entre nosotros reina por unos instantes, hasta que se sienta a mi lado y lo
oigo decir:
—Cynthia es mi
esposa.
—Y yo soy tu
hermana.
—Blair—su tono
de voz es más conciliador—. Te he ofrecido a que te vengas a vivir con Cynthia
y conmigo, y no quisiste. Tampoco quieres ir con mamá, ¿Qué esperas que haga?
— ¿Yo? Nada. No
espero nada de ti. No hay nada que puedas hacer por mí.
Finalmente
siento un brazo que me rodea por los hombros. Robert me atrae hacia él, y yo me
dejo. Me viene bien un abrazo en este momento, y por más que Robert se comporte
como un cretino, seguirá siendo mi hermano. Cierro los ojos mientras me frota
el brazo con cariño.
—Lo
lamento—murmura.
—No lo hagas.
—Tú también lo
has pasado mal, ¿verdad? —habla en tono cauteloso—. No es justo que venga yo y
termine de deprimirte más. Y no digas que no me preocupo por ti porque lo hago.
Solo que… no sé dónde tengo la cabeza. El tema de Cynthia me tiene un poquito
por las nubes, pero no es que no me preocupe por ti—suspira—. Solo espero que
ese hombre no la ahorque… No lo hará, ¿verdad?
Rio entre
dientes.
—No te
preocupes. La vez que lo hizo, se arrepintió en seguida. Confío en que a
Cynthia no le pasará nada.
Me quedo sumida
en la tranquilidad del abrazo durante unos instantes, hasta que mi hermano
dice:
— ¿Cómo pudiste
enamorarte de un hombre que solo te trataba mal?
Niego con la
cabeza y respiro profundo. No fue eso lo que me enamoró.
—Detrás de toda
esa capa de chico malo y desalmado… hay un hombre dulce, tierno y
considerado—mi hermano me aprieta más fuerte contra él — ¿Cómo crees que podría
enamorarme de sus maltratos? Lo que me enamoró fueron esas pequeñas veces en
las que dejó de comportarse como un cretino conmigo y me mostró cuanto le
importaba. Fueron muy pocas, pero fueron valiosas —niego con la cabeza y
suspiro—. Y pensar que con esas pocas veces fue suficiente para enamorarme de
él.
—Entonces… ¿Te
preocupa?
—Sí. Lo hace.